Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo

Cuando te acercas a Toledo, sea en tren o desde la autopista, dos edificios se ven a lo lejos: el Alcázar y la Catedral. En lo más alto de la colina te recibe la imponente Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica y una joya del patrimonio histórico español. Conocida simplemente como la Catedral de Toledo, esta majestuosa edificación es un testimonio de la rica historia y la importancia cultural de esta ciudad, cuyo casco histórico completo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Como su construcción comenzó en 1226 y se extendió durante varios siglos, combina diferentes estilos (con elementos góticos, barrocos y renacentistas, etc.), lo que da lugar a una fascinante mezcla de formas y materiales. Su fachada principal, con sus altas torres y delicadas esculturas, es simplemente impresionante y te sorprende cuando emerge entre las callejuelas mientras te acercas.

Pero lo mejor de esta catedral es su interior. Las vidrieras de colores que adornan sus ventanas filtran la luz del sol y crean un ambiente mágico en su interior: la Catedral de Toledo es la que mayor cantidad conserva de los originales medievales en todo el mundo.

Los capiteles, bóvedas y pilares finamente tallados cuentan historias religiosas y seculares, mientras que los retablos dorados y los frescos en sus capillas impresionan con su esplendor. El órgano barroco es un lujo, y en sus cinco naves tienes varias paradas con capillas y objetos ornamentales para mirar detenidamente. Una de las mayores maravillas de la Catedral de Toledo es la Capilla Mayor, una obra maestra del arte gótico. Aquí se encuentra el retablo mayor, una asombrosa estructura de madera tallada y dorada que representa escenas bíblicas y religiosas. El coro doble, con sus sillas talladas ricamente decoradas, tampoco se queda atrás.

El Tesoro de la Catedral de Toledo también es digno de mención. Alberga una impresionante colección de arte sacro, incluyendo joyas, reliquias, cálices y objetos litúrgicos preciosos. Entre las piezas más destacadas se encuentran las cruces procesionales de oro y plata, y la custodia con los primeros metales preciosos traídos de América (por orden misma de los Reyes Católicos), una verdadera obra maestra del arte orfebre.

Como sus bases existen desde época visigoda y está construida sobre la que fuera la mezquita mayor de la ciudad, cuando la ciudad era la capital del reino romano-germánico, la catedral acumula en sus paredes haber sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo coronaciones, bodas reales y eventos religiosos.

Existe la posibilidad de subir a una de sus torres para disfrutar de las panorámicas de la ciudad y sus alrededores. La vista desde lo alto de la torre es simplemente impresionante y ofrece una perspectiva única del valle, el río Tajo y las nuevas urbanizaciones en torno a la ciudad vieja.

Toledo es la ciudad de las tres culturas (cristiana, judía, islámica), y su catedral aporta a este acervo con su majestuosidad, su riqueza artística y su significado histórico. ¡Te recomendamos visitarla con unas horas de tiempo para poder apreciar todos sus elementos y aprovecharla al máximo!