Oporto, con más de 2.000 años de historia, es un tesoro de tranquilidad que se encuentra a orillas del río Duero. Esta ciudad, que comenzó como un próspero puerto fenicio, ha sabido preservar su encanto histórico, fusionándolo con la modernidad. La importancia de esta ciudad en los orígenes de Portugal como territorio independiente en el siglo XII le dio el nombre al país (por Portus Cale).

Oporto ha sido influenciada por diversas culturas a lo largo de los siglos, siendo testigo de la importancia romana en sus orígenes. Esto se ve muy bien en el pintoresco barrio de Ribeira, con sus estrechas calles adoquinadas y edificios coloridos. No puedes dejar de visitar la emblemática Torre dos Clérigos, una obra maestra arquitectónica que ofrece vistas impresionantes de la ciudad, o muy cerca la Librería Lello, que inspiró las películas de Harry Potter.

La Edad de los Descubrimientos dejó una huella indeleble en Oporto, que se convirtió en un importante centro marítimo y económico. Las rivalidades con Lisboa fueron permanentes, y a lo largo de la historia moderna de Portugal fue Oporto desde donde comenzaron todas las revoluciones del país. A pesar de los desafíos a lo largo de su historia, la ciudad se mantiene majestuosa, personificada en el imponente Puente Luis I.

Oporto es también famosa por su música melancólica, el fado, que se puede escuchar en las acogedoras tabernas de Miragaia. La gastronomía es también una maravilla, desde los exquisitos platos de bacalao hasta las bodegas donde los tripeiros con los secretos del vino Oporto.